EL FUTURO DE LOS SUCESOS

Aunque todavía es posible visitar la exposición fotográfica que está en la Centro Cultural Jerome Mintz, ayer concluyeron las jornadas Casas Viejas en la que un año más se conmemora el aniversario de los Sucesos. Este ha sido el 81 y venía marcado por la inercia que provocó el 80 aniversario en el que se montó una obra de teatro en las calles. Todo ha salido muy bien según la organización y la sensación que tiene la gente es por lo general bastante positiva.

A nivel político sin embargo ha tenido sus más y sus menos y es que hay discursos y gestos que duelen, como el que hizo la alcaldesa atacando a José Luís Gutiérrez Molina (historiador) en la jornada de inauguración, o como el ataque a la Diputación el mismo día en que se da a conocer la resolución de una cuantiosa ayuda económica para poner en marcha el Centro que la Fundación Casas Viejas tiene en la calle Nueva, o como el gesto de marcharse justo cuanto iban a hablar los protagonistas de la obra de teatro del 90.  Más allá de que se esté de acuerdo o no con las palabras que escriben las personas que entienden de nuestra historia, o más allá de que sea oportunista el anuncio de la Diputación, no se puede trasladar la confrontación a unas jornadas en las que se pretende dar reconocimiento a las víctimas de aquellos Sucesos, unas jornadas que tienen que servir para construir entre todos nuestra historia. Y es que, todo este camino recorrido en torno a los sucesos es tal vez, desde el punto de vista cultural, el proyecto que más nos ha unido como pueblo en torno a unos hechos que nos marcaron a todos.

De todo el fin de semana se han sacado propuestas que nos pueden servir para seguir en el camino de la recuperación de nuestra memoria. Todavía quedan preguntas sin respuestas, respuestas que intuimos y que no somos capaces de afirmar, pero más allá del proceso del conocimiento está el clamor de todos por conseguir que todo el bagaje conseguido durante estos años se pueda mostrar de una manera permanente. Fondos documentales, libros, fotografías, películas, obras de teatro, música, poesía, la declaración de los sitios históricos, la dotación de un Centro para la Fundación, etc., todo esto tiene que ser suficiente para poder mostrar nuestra historia durante todo el año y no sólo en cada aniversario y empujado por la buena voluntad de unas cuantas personas que lo hacen posible, porque si no corremos el peligro de quedarnos en el camino.

Fue quizá el domingo, durante la tertulia en El Tato, cuando se trató el tema del futuro de los sucesos, cuando teníamos que haber hablado todos. Y sin embargo echamos de menos la voz autorizada de la concejala de Cultura, o de nuestra alcaldesa, o del portavoz que ya sabemos todos quién es, para que nos explicara qué pasa con la dichosa declaración de los Sitios Históricos o cómo piensan invertir el dinero que ahora se ha aprobado desde la Diputación para el Centro que la Fundación Casas Viejas. ¿Qué pasa? ¿Es que no hay nada que decir desde el equipo de gobierno que no sea para criticar o echar la culpa a los demás? ¿Es que no tienen ideas que aportar? ¿O es que son tan prepotentes que ya tienen sus propias ideas y no necesitan la opinión de nadie? Seguramente lo que ocurre es lo siguiente: La que tiene que hablar (la alcaldesa) no habla y el que puede hablar (el portavoz) ni habla ni deja hablar. Todo un reflejo de una época que todos querríamos dejar atrás.