¿ACEPTARÍAN LOS BENALUPENSES QUE EL CANDIDATO DE LA LISTA MÁS VOTADA NO SEA SU PRÓXIMO ALCALDE?

  

Si los políticos no somos capaces de interpretar las necesidades de nuestra sociedad, aviamos estamos. Después de años de crisis, para algunos todavía existe la posibilidad de escapar de perfil, de volver a la situación inicial y aquí no ha pasado nada. Pero los que pensamos que las crisis, además del sufrimiento que conlleva, supone una gran oportunidad para el cambio, las reformas y en definitiva, para reinventarse, las cosas no pueden seguir igual. Los ciudadanos demandan con razón,  más transparencia, más respeto al dinero público y sobre todo, MÁS DEMOCRACIA.

El partido popular propone una nueva reforma, esta de mucho calado, ya que afecta a la base misma del sistema democrático como es la reforma de la ley electoral.

Antes de que la propuesta del grupo parlamentario popular se convierta en Proyecto de Ley y por tanto sea formal, ya han dicho que "no", que no quieren ni hablar, que no hasta que pasen las municipales. ¿Por qué tienen tanto miedo a hablar de reforma electoral? Si estos mismos que ahora se escandalizan, son los mismos que han criticado la actual ley cuando les ha convenido. En 2004 por ejemplo, el PSOE de Zapatero llevaba la elección directa de alcaldes en su programa electoral.

Hablamos de la elección directa de alcaldes, pero también se propone la disminución o casi desaparición de aforados, el control sobre los gastos electorales, el fortalecimiento de las iniciativas legislativas populares, etc. De todo ello, lo que más oposición ha generado es la propuesta de elección directa de alcaldes. Esta propuesta consistiría en que el alcalde sea el candidato propuesto por la lista más votada. ¿No es esto más democrático que la elección de alcalde por parte de los concejales? y es que lo que la mayoría de las gente no se da cuenta es que a los alcaldes actualmente no los eligen los ciudadanos sino los concejales una vez se conforma el ayuntamiento, que lo que votan los ciudadanos es una lista propuesta por un partido político.
Pero ya intuimos por qué teme tanto la izquierda la reforma de la ley electoral. La izquierda en este país está cada vez más fraccionada y saben que a menos que pacten con otras fuerzas políticas, les va a ser muy difícil hacerse con muchas alcaldías. Seguramente eso es lo que temen y anteponen sus intereses partidistas a la decisión democrática de los ciudadanos, si no, no se entendería una oposición tan frontal a esta reforma.
Para el partido popular esta crisis no nos va a dejar indiferentes, y estamos convencidos de que hay que acometer muchas reformas, entre ellas la de la ley electoral, que devuelvan la confianza de los ciudadanos a la política y mejoren la calidad democrática de nuestro país. Por eso en el partido popular de Benalup-Casas Viejas defendemos esta propuesta, defendemos el diálogo con el resto de fuerzas políticas para mejorar las propuestas y sobre todo, defendemos que se respete la decisión de los ciudadanos. Que las coaliciones deben ser pre-electorales y pasar por las urnas, y no a posteriori y de espaldas al pueblo, de lo contrario la ciudadanía se puede sentir engañada y eso explica en parte la desafección ciudadana hacia la política y los políticos en general.

En el caso de que no se reformara la ley electoral, y en caso de que en las próximas elecciones municipales, ninguna candidatura obtuviera la mayoría absoluta, se podría dar el caso de que el próximo alcalde de Benalup-Casas Viejas no sea el candidato de la lista más votada sino el resultante de un acuerdo político de despacho post-electoral. ¿ACEPTARÍAN LOS BENALUPENSES QUE EL CANDIDATO DE LA LISTA MÁS VOTADA NO SEA SU PRÓXIMO ALCALDE?