Las protestas en la calle son legítimas y hasta comprensibles
porque todo el mundo puede estar de acuerdo en que se hagan reformas para que
nos saquen de la crisis pero que no nos toquen a nosotros, esa es una máxima
muy mediterranea y muy española.
Analizando una a una las medidas más contundentes tomadas
por el Gobierno el pasado viernes podemos estar más o menos de acuerdo en
algunas de ellas pero lo que no se puede decir es que el Gobierno esté
paralizado o haya tomado una actitud pasiva ante la crisis.
1.- El gobierno se recorta el sueldo en un 7,1%. Se impone
incompatibilidad de la indemnización por cese a Ministros y Secretarios de
Estado con cualquier empleo. Se recorta la escolta en vacaciones y en viajes no
oficiales. Esta es una buena medida aunque me imagino que habrá gente que
piense que deberían abolir por completo los sueldos de los ministros. Por otro
lado, con esta medida el gobierno se hace eco de la demanda de la sociedad de
que los políticos no deben cobrar pensiones vitalicias.
2.- Se reducen en otros 600 millones de € las partidas de
gasto de los ministerios no destinadas al crecimiento. Buena medida aunque
habrá quien piense que todavía no es suficiente.
3.- En el ámbito local, se reducirá el número de concejales
un 30% y se limitarán por Ley el sueldo de los alcaldes. Buena medida aunque
ahora habrá quien piense que esto es injerencia en los ayuntamientos. En
Benalup pasaremos de 13 a
9 concejales con lo que se conformarán mayorías a partir de 5 concejales,
¿alguien cree que Benalup no podrá sobrevivir con un equipo de gobierno
compuesto por 5 miembros?
4.- A los partidos políticos, sindicatos y organizaciones
empresariales se les recorta un 20% las subvenciones añadidas al 20% que ya se
recortó anteriormente. Además se limita el número de liberados sindicales a los
estrictamente obligatorios por Ley. Buena medida y muy en consonancia con las
demandas de la sociedad aunque habrá quien piense que se deberían abolir estas
subvenciones totalmente y que los sindicalistas ejercieran su labor después de
su jornada de trabajo.
5.- A los funcionarios se les equipara su número de días
disponibles a los de los trabajadores del sector privado y no se les pagará la
segunda paga extraordinaria de 2012 hasta 2015. Esta es sin duda la medida que
ha levantado más protestas y es que a los funcionarios se les está castigando
desde 2010 y ya han perdido más de un 20% de su poder adquisitivo. Hay que
tener en cuenta que los funcionarios son los que mantienen el sector público
(médicos, maestros, policías, bomberos, personal administrativo, etc, etc)
y, por tanto, el mantenimiento de unas
buenas condiciones laborales a los funcionarios garantiza también la calidad de
los servicios públicos.
6.- Se aumenta el Impuesto de Sociedades y se limitan
deducciones.
7.- Se sube el IVA del 8 al 10% y del 18 al 21%. Se mantiene
el superreducido del 4% para los productos de primera necesidad y algunos
productos y servicios que antes computaban en el tramo intermedio del 8 pasan
directamente al 21%. Esta es la medida más antipopular y dolorosa de todas
porque nos afecta a todos. Como contrapartida se reducirán las cotizaciones
sociales en los próximos años para facilitar la creación de empleo.
Se podrá estar en contra de que se tomen medidas pero si la
sociedad española está demandando servicios públicos de calidad y que se sigan
manteniendo las políticas sociales tendremos que ser conscientes de que eso
tiene un coste y que debemos ser capaces de pagarlo entre todos. Si para eso hay
que hacer reformas pues se hacen, lo otro es el inmovilismo que nos ha llevado
hasta aquí, no hay nada peor para un país que estar gobernados por un partido
encorsetado por una ideología que le impide maniobrar en condiciones adversas.
Los que hoy tachan al partido popular de mentirosos por incumplir promesas
electorales se olvidan que la principal obligación de un gobierno por encima de
todo es gobernar desde el sentido de estado y no desde el partido que lo
sustenta. Gobernar para todos y no sólo para los que le votaron. Y ante todo,
decir en todo momento lo que ocurre a los españoles, porque tienen derecho de
conocer la verdad.
