Después de décadas de mayorías absolutas, aguantando la prepotencia y el desprecio del que fuera alcalde y ahora portavoz socialista, ayer tuvimos que aguantar otra dosis de su "despotismo" con la "ayudita" de los dos concejales de IU. Incomprensible la falta de capacidad de negociación con la empresa Aqualia, de un equipo de gobierno que se le supone con experiencia, para mejorar las malas condiciones económicas del recibo del agua en nuestro pueblo. Para conseguir un ahorro de unos cuatro euros anuales en el recibo del agua en 2016 no hacía falta ni siquiera el poco tiempo que habrán dedicado a este asunto.
Igual de incomprensible nos resulta la abstención de los dos concejales de IU, los mismos que nos criticaron nuestra falta de apoyo a aquella moción que presentaron por el Pacto Social del Agua que ni ellos mismos supieron explicar. La abstención por parte de IU ha permitido al equipo de gobierno socialista aprobar el acuerdo negociado en solitario por ellos y que no va a mejorar el coste del servicio del agua para el ciudadano. Parece más que han ido a defender los intereses de la Aqualia que los intereses de la ciudadanía. Lo único que han conseguido es alargar un poco las bonificaciones para que tengamos más tiempo de acostumbrarnos al atraco en el recibo del agua.
El acuerdo para modificar del precio del recibo del agua se ha aprobado por 6 votos del partido socialista, 5 votos en contra del partido popular y dos abstenciones de izquierda unida.
Sin embargo el punto principal del pleno era la aprobación de los presupuestos para este año que acaba, sí, el año 2015. Se han aprobado, por 6 votos a favor del partido socialista y la abstención de toda la oposición, unos presupuestos para 26 horas. La gestión socialista de nuestro pueblo es francamente mejorable.
No es que siempre se hayan aprobado los presupuestos en tiempo legal, o sea, antes del 31 de diciembre del año anterior, sino que normalmente se suelen aprobar entre finales de primavera y verano del año en curso. Pero este año se han ido al límite de tiempo legal, el día antes de que expire el plazo, el 30 de diciembre. ¿Y mientras tanto qué? se preguntará más de uno. Pues se trabaja con el presupuesto del año anterior prorrogado de forma automática. ¿Y por qué no se ha dejado acabar el año con los presupuestos prorrogados y se ha trabajado en unos nuevos presupuestos para el año 2016 que es el que toca ahora? Pues porque el ayuntamiento Benalup-Casas Viejas se ha acogido a la ayuda económica puesta a disposición desde el gobierno central, el de Mariano Rajoy, para los ayuntamientos en riesgo de quiebra. Y para poder acogerse a esa ayuda (bajada de tipos de interés, préstamos a largo, periodos de carencia, etc, etc...) había que aprobar unos presupuestos antes del 31 de diciembre de este año. Pero es que además, el gasto en "peonadas" para las elecciones "se les fue de la mano", y eso había que justificarlo de alguna manera porque no estaba recogido en los presupuestos prorrogados del año anterior. Según el portavoz socialista, la emergencia social que ha provocado la necesidad de contratar a desempleados de nuestro pueblo ha surgido de pronto este año 2015, sospechosamente en año electoral, ¡qué casualidad cuando llevamos tantos años padeciendo la crisis!
El cuerpo nos pedía votar en contra de estos presupuestos. Primero, porque están en minoría y no han aprendido la lección todavía, siguen sin contar con la oposición para sacar los acuerdos con las aportaciones de todos. Segundo, porque son unos presupuestos para justificar su campaña electoral. Y tercero, porque son un "corta y pega" de la misma miseria que llevan aplicando presupuesto tras presupuesto desde que comenzó la crisis y que no nos va a llevar a ningún sitio.
Al final, y por responsabilidad con la cuentas municipales, nuestra postura junto con la de IU, ha sido permitir su aprobación con nuestra abstención para evitar el colapso económico de este ayuntamiento.
